Por Deutsche Welle |14 de abril de 2021, 5:37 AM

Por tercera noche consecutiva los manifestantes se enfrentaron con la fuerzas de seguridad en Minneapolis, ciudad estadounidense que se encuentra bajo fuerte tensión por la muerte de Daunte Wright, un joven afroamericano que murió el pasado domingo 11 de abril a manos de una agente de la policía, caso que revivió lo ocurrido en 2020 con la muerte de George Floyd.

La policía antidisturbios actuó para dispersar a un grupo de entre 800 y 1.000 manifestantes en Brooklyn Center, el suburbio donde Daunte Wright fue abatido. Las fuerzas de seguridad lanzaron granadas aturdidoras y las personas que protestaban respondieron lanzando objetos, indicó la policía.

Más temprano, las familias de George Floyd y de Daunte Wright, devastadas y unidas en el dolor y la rabia, pidieron el fin de la violencia policial y el racismo en Estados Unidos. 

"El mundo está traumatizado de ver a otro afroestadounidense siendo asesinado", dijo Philonise Floyd, hermano de George, durante una conferencia de prensa en la que ambas familias compartieron el dolor de enfrentarse a lo "impensable".

La policía catalogó la muerte de Wright como "accidental" y explicó que se produjo cuando la agente Kim Potter procedía a utilizar una pistola inmovilizadora taser y se equivocó y disparó con su arma de fuego. 

Sin embargo, el abogado Jeff Storms refutó esta afirmación, señalando que "un accidente es derramar un vaso de leche, no es un accidente sacar un arma. No es un accidente apuntar a alguien con un arma, tampoco lo es ignorar el hecho de que lo que tienes en la mano no pesa lo mismo que una pistola taser", dijo el letrado que acompañó a las familias.

Este nuevo drama exacerbó la tensión en las calles de Minneapolis en medio del proceso contra Derek Chauvin, el policía blanco acusado de matar a Floyd el pasado 25 de mayo, tras inmovilizarlo arrodillándose sobre su cuello durante su arresto por supuestamente haber pagado con un billete falso.