8 de junio de 2015, 5:26 AM

En el centro de San José existe una casa que llama mucho la atención por fuera y que dentro esconde una auténtica obra de arte que ahora abre sus puertas.

Esta edificación tan particular en realidad es una casa. Fue construida a inicios del siglo XX por la familia Guardián Agüero. Originalmente era una vivienda con las características propias de la época.

Pero en 1964 esta casa se convirtió en una obra de arte. Mireya Guardián, la hija de los dueños y una destacada artista graduada en Europa, edificó una nueva fachada y realizó el diseño que ve en la actualidad.

La casa está llena de detalles únicos que la hacen muy particular, ya que aunque Mireya estudió en Europa, ella se inspira en esos diseños pero crea un estilo propio. Por ejemplo, destacan los marcos en las paredes y los relieves hechos a manos por Mireya.

Durante los primeros años del 2000 la casa fue abandonada, hasta que en 2011 fue adquirida por una pareja de belgas. Jean Marc Steylens, arquitecto, y Natalie Robin, pintora, se dieron a la tarea de restaurarla a su belleza original.

Esta impresionante obra ha sido utilizada para eventos y sesiones de fotografía. También puede ser apreciada por el público ya que actualmente Jean Marc y Natalie ofrecen visitas guiadas por esta enorme casa museo, mostrando los diseños originales y las intervenciones contemporáneas que ellos han realizado.