Por Eric Corrales |9 de julio de 2020, 18:21 PM

Una escuela que se había acondicionado para albergar a los cuerpos policiales que prestan su servicio en las zonas fronterizas, se convirtió la mañana de este jueves en el lugar de nacimiento de una bebé.

De acuerdo con reporte de las autoridades, minutos después de las 6 a. m., una llamada alertó a los ocho agentes de la Fuerza Pública que se mantenían en servicio en la escuela La Trocha en Los Chiles, Frontera Norte. Se trataba de una menor de 17 años que pedía ayuda, pues estaba a punto de dar a luz.

La joven madre apenas podía hablar y la única mujer policía presente fue la primera en abordarla: “Cuando recibimos la alerta, lo que pensé fue en preguntar si ya había ruptura de fuente, de inmediato me respondió que sí, entonces supe que era el momento de preparar todo para un nacimiento” comentó la Agente de Policía, Karen Ovares.

Los ocho uniformados, identificados como: Karen Ovares, Luis Gómez, Paúl Jiménez, Cristian Castro, Gustavo Sánchez, Keidy Quijano, Brandon Solano y Alejandro Solano, organizaron un espacio para convertirse en nuevos parteros.

“Todos se repartieron funciones; una misión para la que no estaban preparados, los obligó acondicionar uno de los pasillos del centro educativo para acomodar a la madre; otros corrían por guantes, bolsas y lo que pudiera servir para el nacimiento”, explicó la oficina de prensa del Ministerio de Seguridad Pública.

Operador del 9-1-1 apoyó labor de parto

Uno de los agentes fue el responsable de llamar al Sistema de 
Emergencias 9-1-1 para seguir paso a paso las instrucciones del operador.

“Realmente, los muchachos no sabían qué hacer, pero gracias a las instrucciones precisas de uno de los operadores del 9-1-1 permitió que hoy una madre y su bebé estén unidas y a salvo”, destacó el comandante César Anchía, quien se encuentra en la zona dando apoyo a las operaciones fronterizas.

Mientras los uniformados hacían lo posible para que el nacimiento ocurriera con éxito, en otro escenario, pero en la misma escuela, policías efectuaban las coordinaciones para que una unidad de la Cruz Roja Costarricense llegara lo más pronto posible.

Finalmente, y en no más de media hora se asomó una nueva creatura al mundo y los primeros en verla nacer fueron los oficiales de la Fuerza Pública. Con muchos nervios, combinados con felicidad, los agentes aplaudieron a la vida.

Con una bebé en brazos, los uniformados recibieron a personal de la Cruz Roja quienes se encargaron del traslado de la joven madre y la niña, al Hospital de Los Chiles.