Por AFP Agencia |22 de mayo de 2020, 7:40 AM

China se enfrenta a desafíos económicos "inmensos" a medida que emerge de la pandemia del nuevo coronavirus, advirtió el viernes el primer ministro, Li Keqiang, al abrir la sesión legislativa anual que, además, buscará reforzar el control de Pekín sobre Hong Kong.

"Hemos conseguido importantes logros estratégicos en nuestra respuesta a la COVID-19", dijo Li a los 3.000 delegados con máscara en el Gran Salón del Pueblo de Pekín.

"En la actualidad, la epidemia aún no ha llegado a su fin, mientras que las tareas que enfrentamos para promover el desarrollo son inmensas", señaló, y agregó que el gobierno de China debe "redoblar" sus esfuerzos "para minimizar las pérdidas resultantes del virus".

El primer ministro destacó la "gran incertidumbre" que se avecina, y anunció la rara decisión de abstenerse de comunicar una meta de crecimiento para 2020 en la golpeada economía china.

Li apenas dijo que Pekín "dará prioridad a la estabilización del empleo y a garantizar el nivel de vida".

China aún se recupera del brote de la COVID-19 que apareció por primera vez en la ciudad de Wuhan a fines del año pasado y se extendió a nivel mundial, lo que generó acusaciones de que Pekín había manejado mal su respuesta inicial, en un escenario de casi 330.000 muertes y parálisis económica en todo el mundo.

La pandemia también ha hecho que las tensiones entre Washington y Pekín se disparen a nuevas alturas, al punto que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo esta semana que Pekín fue responsable de "asesinatos masivos en todo el mundo".

El discurso anual de Li fue seguido de cerca en busca de pistas sobre las prioridades políticas, económicas y sociales del gobernante partido comunista, especialmente en relación con el territorio semiautónomo de Hong Kong.

Por otra parte, China anuncio una ligera desaceleración del gasto militar para 2020, que aumenta un 6,6% y sigue por detrás del de Estados Unidos.

La sesión anual del parlamento estuvo marcada este año por la estrictas medidas frente al coronavirus, como la obligación de llevar mascarilla.

Para evitar el contagio entre la élite política, los delegados de provincia tuvieron que estar en cuarentena varios días y algunos tuvieron que pasar tests cuando llegaron a Pekín.

"Cada uno come en una mesa separada de los demás", dijo el periódico en inglés Global Times.

- Hong Kong bajo asedio -

El portavoz del Parlamento, Zhang Yesui, dijo el jueves por la noche que la cámara consideraría una propuesta de legislación de seguridad en Hong Kong, que fue denunciada de inmediato por Estados Unidos y figuras políticas del centro financiero, que la calificaron como una sentencia de muerte para las libertades únicas del territorio.

Aún no se conocen detalles de la propuesta, pero China dejó claro que quiere que se apruebe una legislación después de que Hong Kong fuera sacudida por siete meses de protestas masivas y a veces violentas a favor de la democracia el año pasado.

En el discurso, Li dijo que el gobierno "establecerá y mejorará los sistemas y mecanismos legales para salvaguardar la seguridad nacional" en Hong Kong.

Un intento de promulgar esa legislación en 2003 se archivó después de que medio millón de personas protestaran en las calles.

Pero la controvertida iniciativa volvió a ponerse sobre la mesa en los últimos años a medida que el movimiento prodemocrático ganaba peso, y se espera que la propuesta avive una ira similar.

"Este es el final de Hong Kong, este es el final de 'un país, dos sistemas', no se equivoquen al respecto", dijo a periodistas el legislador del Partido Cívico, Dennis Kwok.

El principio de "un país, dos sistemas" le da a China el poder político definitivo sobre Hong Kong, pero permite que la antigua colonia británica retenga libertades invisibles en otras partes de gigante asiático.

Trump prometió responder "con mucha fuerza" una vez que surjan los detalles, y los senadores estadounidenses presentaron una legislación para imponer sanciones a cualquier entidad involucrada en frenar la autonomía de Hong Kong.

- Incertidumbre económica -

El crecimiento económico de China se redujo un 6,8% en el primer trimestre debido al nuevo coronavirus, en la primera contracción económica en décadas.

Se esperaba que Li anunciara un objetivo de crecimiento para 2020 de alrededor del 6%, pero la pandemia anuló las expectativas, dejando a millones de chinos sin empleo y poniendo en peligro a innumerables empresas.

Li también anunció que se esperaba que el déficit fiscal de China superara el 3,6% del Producto Interno Bruto este año, con un aumento del déficit en un billón de yuanes (unos 140.000 millones de dólares) con relación al año pasado.

También serán emitidos bonos por otro billón de yuanes, agregó el funcionario, quien dijo que se trataba de "medidas extraordinarias para un momento inusual".

Los dos billones de yuanes se transferirán en su totalidad a los gobiernos locales, y los fondos se utilizarán principalmente para garantizar el empleo, satisfacer las necesidades básicas de vida y proteger las entidades del mercado, dijo Li.

En una declaración publicada después del discurso, el gobierno anunció que aumentaría su presupuesto militar en un 6,6% en 2020. El presupuesto fue fijado en 178.000 millones de dólares, el segundo más grande del mundo después del de Estados Unidos.

Esto representa una desaceleración con relación a la tendencia de años recientes. En 2019 ese presupuesto había crecido un 7,5%.

Esta sesión de apertura se retrasó más de dos meses mientras China luchaba con el brote de coronavirus, en el primer aplazamiento desde la Revolución Cultural de 1966-76, y se redujo a la mitad de las dos semanas habituales.

Los temores por el coronavirus persisten, y por eso la mayoría de los delegados usaba mascarilla y todos estaban sujetos a medidas de seguridad sin precedentes.

La sesión comenzó con un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de coronavirus del país.