Por Miguel Calderón |1 de julio de 2019, 6:11 AM

La Selección Nacional se despidió de la Copa Oro con un balance que dejó puntos en contra y otros elementos a favor.

Dentro de lo bueno que tuvo el equipo de Gustavo Matosas están los siguientes factores:

Primero. El nivel de Leonel Moreira fue notable durante el certamen, el meta cumplió las expectativas como titular y fue figura en el último juego ante México.

Segundo. La Copa Oro consolidó una dupla muy estable en la media cancha entre Celso Borges y Allan Cruz. Ambos jugaron todos los 390 minutos.

Tercero. El rendimiento de Elías Aguilar y Keysher Fuller son dos puntos altos de la Selección, en especial el nivel mostrado por el lateral derecho.

Cuarto. El primer tiempo ante Haití es una muestra de la intensidad y la dinámica que desea ver Gustavo Matosas. 45 minutos en donde la Selección jugó de pie a pie y con total dominio sobre el rival.

Quinto. El juego ante México es el mejor en la era Matosas, Costa Rica mostró personalidad y jugó de tú a tú ante el cuadro azteca.

Lo malo de la Selección se resumen en:

Primero. Perder ante Haití por primera vez en la historia, una derrota que fue dolorosa para todo el equipo.

Segundo. No ganar la primera fase representó un fracaso para la Selección,  pues partía como la gran favorita en el Grupo B.

Los cuartos de final nuevamente fueron la piedra en el zapato para la Tricolor, una fase en donde la Tricolor quedó eliminada en siete ocasiones.

El nivel de Mayron George, Giancarlo González y Rónald Matarrita dejó mucho que desear, tres jugadores que desentonaron en el equipo.

Y por último, la deuda de no ganar una Copa Oro sigue presente en la Tricolor luego de 28 años buscando el ansiado título.