Por José Fernando Araya |30 de enero de 2019, 15:57 PM

Silbidos de inconformidad se comenzaron a escuchar durante cada momento que Vladimir Quesada salía del refugio de su banquillo.

Y no es para menos. El técnico anunció días atrás que comenzaría a cuidar piezas fundamentales de cara al duelo de Concacaf ante Tigres (19 de febrero).

Para muchos algo exagerado tomando en cuenta que todavía falta casi un mes para el juego, y sobre todo, por la necesidad morada de puntuar.

Pero Vladimir hizo caso omiso a las peticiones de la afición y lo pagó caro.

Se guardó dos piezas fundamentales como Michael Barrantes y Marvin Angulo, complicándose las cosas solo.

Así pecó de ingenuo y Cartaginés sacó provecho de esto al sacar una valiosa victoria 1-2 para dar la campanada en el campeonato. 

Sorpresa en la Cueva y un contundente 'fuera Vladimir'.

Con solo un motor encendido, Saprissa optó por Christian Bolaños como principal conductor de juego, esto porque Mariano Torres se mostraba sin libertad para la creación.

Bolaños fue el desahogo perfecto del juego saprissista, pero los morados llegaron a abusar de esto y la sorpresa se acabó.

Cartago –empotrado atrás a la espera del contragolpe- cerró los espacios y esperó para hacer daño.

Eso sí, la solo presencia de su goleador Marcel Hernández –quien volvía a la titularidad tras una lesión- ya imponía más respeto a la defensa morada.

Ante este poco vistoso juego, la afición se comenzó a desesperar y le comenzó a exigir respuestas al cuerpo técnico.

Con la presión hasta el cuello vino la debacle morada, pero también la reacción de los locales.

Jameson Scott aprovechó un cobro de esquina para poner el 0-1 al 65’ tras entrar de sorpresa y robar la espalda de los defensores.

El gol dejó helada la “Cueva” y la incertidumbre fue el combustible de las críticas hacia el banquillo saprissista.

Hasta tener el agua hasta el cuello, Quesada reaccionó y movió su banquillo con el ingreso de Marvin Angulo y el debutante John Jairo Ruiz.

Inmediatamente a eso vino la reacción morada tras otro terrible error de Darryl Parker.

El meta brumoso salió a cazar mariposas y Bolaños lo sorprendió con un cabezazo en los límites del área para el empate 1-1 al 68’ y llevó algo de calma a la grada.

Ya sin presiones de por medio, Saprissa soltó amarras y la llegada de Angulo les dio más libertades a los hombres del medio campo y sobre todo que jugadores como Bolaños tomaran más protagonismo.

Sin embargo, la reacción se quedó corta y más bien, tras un error de Mariano Torres, Marcel Hernández tomó un baló y en una jugada de verdadero "killer" sentenció el partido 1-2, justo en la Sapri Hora, donde más le duele. 

La grada sentenció su disgusto con un fuerte grito de "fuera Vladimir". El pueblo ha hablado.