18 de septiembre de 2018, 11:13 AM

Decenas de barcos camaroneros se herrumbran en Puntarenas, mientras que sus tripulaciones temen naufragar en un mar de incertidumbre, esperando que esté listo un estudio que determine si la pesca de arrastre es sostenible o no.

La orden de la Sala Constitucional de no renovar las licencias hasta que esté concluido dicho análisis está generando un terrible efecto en cadena en cientos de comercios del puerto.