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Periodista alemana fue encañonada y asaltada en Nicaragua por 'tomatierras' ligados a Ortega

Los tomatierras le ordenaron a la reportera que se callara. No le dieron explicaciones y estuvo junto al conductor del taxi apuntada con pistolas. La retención duró alrededor de una hora.

Por Teletica.com Redacción |22 de agosto de 2018, 4:14 AM

La periodista alemana Sandra Weiss fue retenida y asaltada por tomatierras armados el 10de agosto, cuando realizaba su labor de reportería en el proyecto “Chinandega Maracuyá Company (Chimaco)”, propiedad de una empresa suiza y del Grupo Coen, ubicado cerca del kilómetro 125 en Chinandega.

Weiss es una veterana periodista basada en México, corresponsal de diversos medios alemanes y suizos, y cubría la toma del proyecto Chimaco para el periódico Neue Zürcher Zeitung (Nuevo Periódico de Zurich) de Suiza.

A la periodista la acompañaba únicamente un taxista a quien contrató en Managua. 

“Entramos por una brecha y de repente escuchamos un disparo, y salen cuatro encapuchados, luego se suman otros, con pistola nueve milímetros, con escopeta, gritándonos que no nos acerquemos, insultándonos”, describió Weiss.

Los tomatierras le preguntaron qué hacía en Chimaco y luego se sumó a la detención una mujer que les ordenó que se bajaran del carro. 

La mujer, a quien la periodista identifica como la cabecilla de sus atracadores, hablaba constantemente por celular.

“Se escucha que a la mujer le están dando órdenes, que nos bajemos del carro, que saquemos todas las cosas… tuve que vaciar mi bolso en el piso: la cámara, la grabadora, lápiz, todo lo que tenía, las notas.

"Después tuvimos que poner las manos en la cabeza, y nos revisan los bolsillos, nos tienen apuntados todo el tiempo con pistolas, nos gritan, nos interrogan, nos tienen ahí un buen rato”, narró Weiss vía Skype al programa Esta Semana luego de abandonar Nicaragua.

“Inmediatamente yo salgo del carro y les digo: soy periodista, quiero saber qué pasa con terrenos que son de inversores suizos, por qué los están tomando, podemos hablar con tu jefe”, narró Weiss. 

Los tomatierras le ordenaron a la reportera que se callara. No le dieron explicaciones y estuvo junto al conductor del taxi apuntada con pistolas. La retención duró alrededor de una hora.

“Los jóvenes que nos atacaron, nos insultaban; no era gente así, muy formada. La señora sí, nos tranquilizó, me dijo, incluso, ‘yo te puedo revisar porque yo soy mujer’, así como que siguiendo cierto protocolo”, relató Weiss.

“Ella me hizo poner las manos en la cabeza, nos toma las fotos por celular, a mí me parecía que era alguien formado para este tipo de cosas, tal vez una policía, no sé; pero las órdenes siempre venían desde el celular, desde arriba, de algún jefe que no sé quién era”, agregó la reportera.

Hora y media después, los tomatierras dejaron ir a Weiss y al conductor. Al taxista le devolvieron sus pertenencias no así a la reportera. Según su relato, los tomatierras le dijeron que no le regresaban sus objetos por “golpista”.

$2.000 en combustible en Petronic

“No me devolvieron absolutamente nada, se quedaron con todo, se quedaron también con mi tarjeta de crédito”, dijo Weiss. 

Cuando la periodista regresó a Managua, canceló sus tarjetas de crédito, pero en ese lapso de tiempo los agresores ya habían cargados $2.000 en concepto de combustible en la Petronic de Chinandega, la cadena de gasolineras propiedad de DNP Petronic y asociada al entorno presidencial.

“Cargaron toda una flota de carros, porque si no, no es posible gastarse dos mil dólares en pocas horas”, denunció la periodista. 

“Si habrían sido ciudadanos normales, criminales, pues, no cargan una flota de carros con gasolina, si no, hacen otra cosa con la tarjeta, o sea, ahí hay claramente una complicidad con el Estado.

"Porque además lo cargan en la gasolinera del Estado, y en cualquier país normal si tú cargas para dos mil dólares, el que te vende te pide una identificación, y más si lo compras con una tarjeta extranjera, en ese caso no ocurrió, o sea significa claramente que ahí había complicidad”, cuestionó.

Weiss denunció el ataque ante la embajada de Alemania en Managua y ante diversos organismos de derechos humanos nacionales e internacionales. 

Pero en vez de salir de inmediato de Nicaragua, decidió quedarse para completar su labor de reportería. 

“Quise terminar mi trabajo, y estuve consultando con varias personas y consideramos que podía seguir haciendo el trabajo teniendo mucho cuidado”, precisó. Su reportaje se publicó este domingo en el NZZ de Suiza.

Para Weiss, lo que le sucedió en Chinandega fue un acto de intimidación ya que la retuvieron contra su voluntad unas dos horas. 

“No sé si califica como secuestro, pero si fue claramente una amenaza, una intimidación, y fue un robo, o sea, había como una parte delincuencial, y ese uso de la tarjeta para cargar un montón de carros, ya te dice hasta qué punto han llegado…”, dijo.

Hasta marzo pasado, el proyecto Chinandega Maracuyá Company (Chimaco), era la joya de la corona de la gubernamental agencia de atracción de inversiones, PRONicaragua, que los había elegido como el ‘proyecto del año’, y como tal, presentado al concurso internacional Global Investement Award, en Dubai, donde se consiguió el segundo lugar.

Ahora, el proyecto que implicaba la inversión de 19 millones de dólares para sembrar 1,200 hectáreas de maracuyá y dar empleo a 1,500 personas, es solo un mecanismo de venganza en contra del sector privado, por apoyar la Rebelión de Abril.

La invasión de la finca ocurrió el 28 de julio cuando llegaron a la propiedad varias camionetas llenas de hombres armados, y ocuparon las 28 manzanas que Chimaco alquila al Grupo Coen para desarrollar la plantación, y otras 30 manzanas -también del Grupo Coen- que no estaban cubiertas por el contrato de alquiler.