Deportivo Saprissa

Juan Carlos Rojas: ‘No hay que tener más orgullo de la cuenta por algo que todos deberían hacer”

Luego de estar al borde de la quiebra por las deudas que trajeron años y años de evasión, Saprissa es ahora uno de los pocos clubes que se eximió de la sombra de la morosidad

Por Juan José Herrera |20 de julio de 2018, 16:35 PM

Aunado a la conmoción que causó esta semana el anuncio de que ocho clubes de la Primera División le deben a la Caja Costarricense de Seguro Social casi ₡700 millones, el hecho de que el Deportivo Saprissa no aportara nada en esa cifra sorprendió casi por igual.

Hasta hace muy poco la institución tibaseña era el señuelo predilecto con el que la institución de salud salía a cazar a sus deudores del fútbol: boletines de prensa, estadios clausurados y amenazas de embargo se magnificaban con el alcance del Monstruo, para bien o para mal.

La llegada de Horizonte Morado en 2011 prometía orden en todos los aspectos, sin embargo, las deudas seguían aflorando.

Una larga lista de obligaciones de la era Jorge Vergara, que a su vez había heredado otras anteriores, volvió a poner en la mira de las autoridades a la S, un club que rozó la quiebra hace 20 años cuando se destaparon los cobros de aquellos salarios que durante muchos años se disfrazaron como derechos de imagen.

Las disputas entre la dirigencia morada y la Caja se saldaron finalmente con un millonario arreglo de pago y un cambio radical en las políticas y manejo del club, logros que ahora su presidente intenta minimizar, pero lo traiciona un tono claro de orgullo.

“Yo creo que sí es una razón de satisfacción porque uno siempre pretende estar ahí (entre los clubes al día), pero no se puede llenar uno con más orgullo de la cuenta por algo que de por sí todos deberían hacer”, reconoce Juan Carlos Rojas.

Desde el inicio de su gestión, el jerarca ha fallado en ocultar su profunda molestia cuando se juntan las palabras moroso y Saprissa en una misma oración, ya sea por orgullo o vergüenza, el equipo ha luchado por esquivar esos señalamientos.

“Cuando asumimos Saprissa teníamos claro que había una serie de particularidades en torno a ordenar la casa, eran muchísimos años de desorden y políticas que nos pusieron en problemas y fue un proceso difícil, durante años siguieron llegando los cobros extraordinarios, entonces haber logrado luego de estos años fortalecer las finanzas hasta este punto efectivamente nos llena de orgullo”, aseguró.

Rojas recordó que durante años los clubes siguieron una fórmula que en ese momento se pensó correcta y que ahora, por las malas, entendieron no era así.

“Enfrentarse a la realidad de que eso fue un error y a las enormes sanciones que vinieron después metieron a los equipos en una pesada bola de nieve, una bola que demostró puede quebrar equipos, que lo ha hecho y lo sigue haciendo aún ahora en la Segunda División”, explicó Rojas.

Aprender del error

Para el presidente morado, continuar subreportando salarios con tanta información que existe ahora, tantos controles y la experiencia del pasado es jugar con la estabilidad y futuro de cualquier club.

“Tarde o temprano la Caja va a obtener la información de que esas prácticas se dan, ahí es donde llega un gran cobro que complica la operatividad de un club. Saber cuánto se puede gastar, cuándo y dónde es algo que hay que tener muy claro”, dijo Rojas.

El jerarca aseguró que la dificultad de un negocio como el fútbol que tiene gastos fijos e ingresos variables es un reto mayúsculo, pero que nada de eso exime de la responsabilidad con las autoridades.

“El fútbol es un negocio difícil, aquí hay un tema que ahora venimos de dos meses donde no hay ingresos, entonces el reto de planear cómo manejamos el negocio de caja en momentos donde nada ingresa es difícil, pero no puede ni debe ser una excusa, no en estos tiempos ni con todo lo que ya pasó”, finalizó.