Internacional

Empieza la evacuación de ciudades prorrégimen asediadas en Siria

Las evacuaciones afectan a la totalidad de los habitantes de los dos pueblos, que deberán ser transferidos a territorios controlados

Por AFP Agencia |18 de julio de 2018, 15:22 PM

Autocares empezaron a evacuar este jueves de madrugada a miles de civiles y combatientes prorrégimen de Fua y Kafraya, dos localidades del noroeste de Siria sitiadas desde hace tres años por rebeldes y yihadistas. 

Un corresponsal de la AFP contó una veintena de autocares que salían de ambos pueblos en el marco de un acuerdo alcanzado entre Rusia, aliada del régimen de Bashar Al Asad, y Turquía, que apoya a los rebeldes. 

Las evacuaciones afectan a la totalidad de los habitantes de los dos pueblos, que deberán ser transferidos a territorios controlados por el gobierno en la provincia vecina de Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una oenegé con sede en Reino Unido que dispone de una extensa red de observadores en Siria.  

"Treinta y dos autocares salieron hasta el momento en una primera ola de evacuaciones. Representan cerca de un tercio del total de la operación, que debería terminar antes del jueves por la mañana", indicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. 

Las localidades de Fua y Kafraya, mayoritariamente chiitas y afectas al régimen, están asediadas por los rebeldes y el grupo yihadista Hayat Tahrir Al Sham, exrama de Al Qaida en Siria, que controlan en la actualidad la gran mayoría de la provincia. 

El miércoles, en la carretera que enlaza los dos pueblos, un responsable de la zona sitiada y otro de Hayat Tharir al Sham, lanzaron las operaciones. Se retiraron las barricadas de tierra que bloqueaban el paso y 84 autocares pudieron entrar, constató un corresponsal de la AFP. 

"Decenas de autocares y de ambulancias entraron en las dos localidades de Fua y de Kafraya para sacar a los habitantes asediados por los terroristas", anunció la agencia oficial Sana, empleando el término con el que el régimen suele referirse a los insurgentes. 

En total, unas 6.900 personas, civiles y combatientes, debían ser evacuadas, según una fuente de Hayat Tahrir Al Sham. A cambio, 1.500 detenidos serán liberados por parte del régimen. 

"Gesto de buena voluntad".

El sitio de Fua y de Kafraya comenzó en 2015 cuando rebeldes y yihadistas invadieron la provincia de Idlib, cortando el suministro de comida y de alimentos. La ONU y la Media Luna Roja siria dieron ayuda humanitaria a los habitantes en el marco de operaciones recíprocas sincronizadas con dos ciudades cercanas a Damasco asediadas por el régimen, Zabadani y Madaya. 

En abril de 2017, durante una operación de evacuación, 150 habitantes de Fua y de Kafraya, entre ellos 72 niños, murieron en la carretera en un atentado suicida.

La seguridad había sido reforzada este jueves mientras los autocares abandonaban muy lentamente las dos localidades, escoltados por combatientes de Hayat Tahrir al Sham.

Justo antes de la medianoche, varias ambulancias fueron las primeras en abandonar los pueblos, con 15 habitantes enfermos y heridos a bordo, y se dirigieron en la oscuridad hacia el paso de Al Eis, que une la provincia de Idlib, controlada por los rebeldes, a partes de la provincia de Alepo, en poder del régimen, comprobó la AFP. 

Una fuente de Hayat Tahrir al Sham declaró que se trataba de un "gesto de buena voluntad" antes de la evacuación completa. 

"Derecho al regreso".

Según el OSDH, el acuerdo entre Rusia y Turquía estipula también que Idlib no sufrirá una ofensiva militar del régimen. 

La provincia de Idlib se sitúa en el noroeste de Siria, en la frontera con Turquía, y está casi totalmente rodeada por territorios controlados por el régimen.  

En ella viven más de dos millones de personas, incluidos civiles sirios y rebeldes que acudieron desde otros territorios en virtud de acuerdos de rendición alcanzados con el régimen de Bashar al Asad. 

Militantes y grupos pro derechos humanos aseguran que esos traslados de población pueden considerarse desplazamientos forzosos. 

"Toda evacuación, ya sea en Siria o en otra parte, debe respetar las reglas humanitarias básicas: los civiles pueden elegir quedarse o irse. Los civiles deben ser protegidos contra los ataques, siempre. Las evacuaciones son temporales, los civiles tienen derecho a regresar a sus casas", escribió el Comité Internacional de la Cruz Roja en Twitter. 

La guerra en Siria, que empezó en 2011 luego de la represión de manifestaciones pacíficas por parte del régimen, se fue volviendo más compleja con los años y con la implicación de múltiples actores en un territorio cada vez más fragmentado.

Desde el comienzo ha dejado unos 350.000 muertos y millones de desplazados y refugiados.