Por AFP Agencia |14 de marzo de 2018, 4:34 AM

La FIFA señaló este miércoles en Atenas que el fútbol griego está "al borde del precipicio", después de la escalada de violencia en las últimas semanas, cuyo colofón fue la entrada en el césped el domingo durante un partido del presidente del PAOK Salónica con una pistola en la cintura.

Como consecuencia de este capítulo, el campeonato griego está suspendido desde el lunes por parte del gobierno, que espera encontrar "un nuevo marco" con todos los actores implicados.

"Este comportamiento nos ha empujado a venir aquí para hacer unas recomendaciones", subrayó durante una conferencia de prensa el presidente del comité de vigilancia de la FIFA a cargo de Grecia, Herbert Hubel, tras un encuentro con el ministro de Deportes Yiorgos Vassiliadis y el presidente de la Federación Griega de Fútbol Evangelos Grammenos.

El 'Grexit'

"El fútbol griego está al borde del precipicio, un 'Grexit' -una salida de Grecia de la FIFA- que parecía lejano no lo está tanto", señaló Hubel, haciendo alusión a la exclusión de la zona euro, por razones económicas, de Grecia en 2015, debido a la crisis de la deuda.

La FIFA, precisó Hubel, decidirá una vez se entregue el informe del comité de vigilancia, "unos diez días o quizás menos".

Hubel recordó que hay "una declaración, promesas, para que todas las partes dejen las armas".

Después de la conferencia Grammenos explicó que habían decidido dar hasta el viernes 23 de marzo como plazo a los diferentes actores del fútbol profesional para comprometerse a terminar con la violencia en los estadios y conseguir seguridad en los partidos.

Estos compromisos serán enviados a la federación y transmitidos al ministro "que decidirá sobre esta base si puede ordenar el regreso de los partidos". 

El PAOK, cuyo presidente, el empresario greco-ruso Ivan Savvidis, pidió disculpas por su comportamiento el martes, podría ser sancionado con el descenso. El fiscal griego de Deportes pidió sanciones este miércoles.

Savvidis irrumpió en el campo acompañado de varios guardaespaldas y con una pistola en la cintura para protestar por una decisión arbitral el domingo durante el partido ante el AEK Atenas. Podría ser sancionado con una prohibición de entrar al estadio de entre tres y cinco años, además de una multa de 50.000 euros.

El empresario argumentó el martes que su irrupción en el campo tenía la intención de "proteger a las decenas de miles de hinchas del PAOK de las provocaciones, e incluso evitar víctimas humanas".

Confusión en la conferencia

La policía griega emitió el lunes una orden de arresto contra Savvidis, que no fue localizado, concluida a medianoche. El empresario, poseedor de una licencia de armas, incurrió en la violación de la ley deportiva -al invadir el terreno de juego-, según especificó una fuente judicial.

"El objetivo de un partido es ganar, pero no por la fuerza ni por las armas, las amenazas o el chantaje", añadió Hubel.

Su propia conferencia de prensa terminó con escenas de confusión, con los periodistas enfrentándose e incluso Hubel les tuvo que pedir que se calmaran, denunciando que esta actitud "era el mejor ejemplo de que algo no marcha en el fútbol griego".

De hecho se preguntó por qué "no hay problemas" cuando los equipos griegos juegan fuera del país.

La temporada de fútbol griega está siendo un caos con frecuentes episodios de violencia entre los cuatro grandes clubes -PAOK, AEK, Olympiakos y Panathinaïkos- lo que ha provocado una serie de medidas por parte de las autoridades, como la prohibición de entrar en los estadios a los hinchas organizados de estos equipos en los partidos fuera de casa.

Además, hasta 58 personas, entre ellas varios jugadores y dirigentes, fueron condenadas a finales de febrero a penas que van desde los 30 meses hasta los 10 años de prisión -algunas condicionales- por un enorme escándalo de partidos amañados en el fútbol griego en 2011.