Por AFP Agencia |23 de noviembre de 2017, 5:19 AM

Francia, guiada por su emblemático capitán Yannick Noah, aspira a levantar por fin su décima Copa Davis, ante la Bélgica de David Goffin, nunca laureada en esta mítica competición, en la final que comienza el viernes cerca de Lille, en la frontera entre ambos países.

El objetivo para ambos será poder suceder en el palmarés a Argentina, que ganó su primer título hace un año en Croacia, pero que en este 2017 cayó en primera ronda y luego descendió a la segunda categoría tras perder un repechaje en Kazajistán en septiembre.

"Es un sueño. Hace años que pienso en esto", afirma Noah, guía en las epopeyas de 1991 y 1996, y que fue llamado hace dos años como gran esperanza para devolver la 'Ensaladera' al palmarés francés.

El último título de su país en este torneo se dio en 2001, cuando vencieron a la Australia de Lleyton Hewitt y Patrick Rafter en Melbourne. Desde entonces, los franceses han perdido tres finales en la Davis (2002, 2010, 2014).

Pero esta vez no tendrán enfrente ni a la Rusia de Marat Safin, ni a la Serbia de Novak Djokovic, ni a la Suiza de Roger Federer y Stan Wawrinka.

El vecino belga, en la final por segunda vez en tres años, tiene un palmarés mucho más discreto en la Copa Davis.

Su gran aval será David Goffin, séptimo del ránking mundial, que está viviendo la mejor temporada de su carrera, incluyendo un subcampeonato recientemente en el Masters de final de curso en Londres.

Pouille-Goffin, primer punto.

El jugador valón venció en el Masters, en una semana, a los dos protagonistas de la temporada de 2017, el número 1 mundial Rafael Nadal y el número 2, Roger Federer. Desde que ha mejorado de su problema en la rodilla izquierda, el tenista belga se ha ganado el derecho a soñar.

"Voy a intentar estar más relajado que durante el primer partido de la final de 2015 (perdida contra Gran Bretaña)", subraya Goffin, "dispuesto" a jugar también el partido de dobles, según su capitán, Johan Van Herck.

Los franceses llegan a la final como favoritos, aunque se espera también una presencia importante de público visitante, por la cercanía con la frontera de Bélgica. Según la Federación Francesa (FFT), serán 3.800 los aficionados del vecino del norte presentes en el estadio Pierre Mauroy (27.500 espectadores) de Villeneuve d'Ascq, donde Francia ya cayó en la final ante Suiza en 2014.

Jo-Wilfried Tsonga y sus compañeros se han propuesto saldar esa cuenta pendiente, que mancha el honor de su generación.

Lucas Pouille (23 años, 18º del mundo) será el primero en defender a Francia, el viernes contra Goffin, en la pista dura situada en este estadio de fútbol, donde juega habitualmente el Lille en la Ligue 1.

Después será el turno de Tsonga (15º del ránking) contra Steve Darcis (76º), que a pesar de su situación en la lista ATP es un jugador especializado en este torneo y cuya eficacia en los quintos partidos, los decisivos, le ha valido ganarse el apodo de "Señor Copa Davis" en Bélgica.

Esos dos primeros partidos marcarán el tono antes del partido de dobles del sábado, donde en principio deberían jugar Richard Gasquet y Pierre-Hugues Herbert contra los visitantes Ruben Bemelmans y Joris De Loore, aunque los capitanes pueden hacer cambios y no sería descartable ver en acción a Tsonga o Goffin en ese partido.