Por Adrián Fallas |2 de octubre de 2017, 6:48 AM

Un cambio promovido por el Ministerio de Educación Pública (MEP) hará obligatorio que todos los niños que ingresen a primer grado en el año 2020 tengan que haber cursado dos años en educación preescolar.

Esto lo que significa es que todos los niños que tengan cuatro años para el 15 de febrero del 2018 tendrán que estar matriculados en un centro educativo de educación preescolar, tal y como lo señaló Guiselle Alpizar del jefa del Departamento de Educación Preescolar del MEP.

“La educación prescolar es un derecho y una oportunidad para los niños, que permite el desarrollo de habilidades y el desarrollo integral de los niños y las niñas”, aseguró Alpizar.

Este año en el marco de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, la Unicef presentó el informe La primera infancia importa para cada niño, donde se recalca la importancia la educación a estas edades.

“Entre los tres años y el momento en el que un niño empieza la escuela los cuidados de salud, la nutrición y el cuidado es muy importantes, pero también es vital contar con oportunidades de aprendizaje en el hogar y una educación prescolar de alta calidad”, indica la Unicef.

Habilidades como el conocimiento propio, para expresar sentimientos y emociones, para convivir con otros niños y desarrollar el pensamiento y la educación son clave en esta fase del desarrollo.

“El niño desarrolla procesos básicos de pensamiento, atención, percepción, memoria, de funcionas ejecutivas que el niño requiere para empezar más adelante procesos más formales”, indicó Alpizar.

Conseguir kínder

En el país, y de acuerdo a los datos del MEP, hay 2.601 centros educativos que atienden a los 110.660 estudiantes de estos ciclos, según los números del 2016.

Johanna Coto, asesora nacional de Preescolar explicó que el proceso de matrícula para estos niños se dio en los meses de julio y agosto y que para poder llevar al niño a un kínder público es necesario consultar en el centro educativo más cercano, si hay campo.

De no encontrar espacio los padres deben averiguar el los otros kínder de la zona.

Coto indicó que más adelante se planea instaurar rutas de transporte para los pequeños que viven en zonas alejadas para ayudar a que puedan asistir a los centros educativos.

Otra realidad viven los padres que desean llevara sus hijos instituciones privadas.

Estos centros educativos inician los procesos mucho antes que los del MEP y se tienen que seguir ciertos procesos, que cambian en cada kínder.

Según comentó Maricruz Gómez, encargada de admisiones del Saint Claire ellos empiezan a atender padres de familia para que conozcan las instalaciones, servicios y visión del centro educativo en enero de cada año.

Muchas instituciones privadas además tienen como requisito realizar pruebas de aptitud, además de entrevistas con los padres y con los niños.

Estas particularidades hacen que el que buscar un kínder requiera una participación activa de los papás; coordinando actividades e ir cumpliendo con los requisitos.

“En realidad uno decide que tan complicado es el proceso” indicó Federico Wiessel, padre de un niño que empezará su educación preescolar el próximo año.

“A la hora de escoger el kínder no solo buscábamos el kínder como tal, sino una institución donde Mathi pudiera desarrollar todo el proceso educativo desde kínder hasta colegio”, señaló.

Por su parte Laura Sequeira, que también logró ubicar a su pequeño en el centro educativo de su preferencia aseguró que “todas las instituciones han estado muy anuentes a mandar información por correo acerca de ellos y las ventajas y beneficios que cada una posee y tarifas”.

Tanto Sequeira como Wiessel como Sequiera destacaron que lo complicado es encontrar una institución que cumpla todas las expectativas de los padres, pero que con paciencia, tiempo y organización es posible lograrlo.