Por AFP Agencia |27 de junio de 2017, 6:55 AM

Un juez estadounidense detuvo las deportaciones de todos los ciudadanos iraquíes -algunas de las cuales estaban programadas para este martes- con el argumento de que podían ser torturados o asesinados si retornaban a su país.

El juez federal Mark Goldsmith hizo extensivo este lunes a todo el país una orden precedente que concernía mayormente a cristianos caldeos, que fueron detenidos en operaciones anti-inmigrantes en el estado de Michigan, alarmando a la comunidad iraquí local. 

El juez dijo que su última orden detiene temporalmente los procedimientos de deportación contra unas 1.444 personas en Tennessee y Nuevo Mexico, 85 de las cuales iban a ser deportadas este martes.

La resolución del juez tiene lugar cuando el gobierno se prepara para bloquear el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de seis países predominantemente musulmanes, después de que la Corte Suprema autorizara la entrada en vigor transitoria y parcial del controvertido decreto migratorio del presidente Donald Trump. El fallo del máximo tribunal no es definitivo, debe pasar por una nueva audiencia.