Por Andrés Martínez |4 de junio de 2017, 13:22 PM

Con una misa y el impulso de sus nietas, Rodolfo Piza tomo fuerzas para afrontar la jornada electoral en la Unidad.

La oración la elevó en misa en la iglesia de La Soledad.

Piza iniciaba la jornada con la preocupación de que los socialcristianos que no salieran a votar.

La soledad también se percibía en algunos centros de votación, como el colegio México donde Piza debía votar. Pasillos vacíos y muy pocas personas enfriaron el domingo.

Por eso no dudo en suplicar que se acercaran a las urnas.

Una cimarrona le abrió campo hasta la junta 0002, para romper ese hielo del votante, pero fueron sus nietas Valentina de 2 años y Alessandra de 10 meses las que calentaron y dieron el impulso.

Piza visitó Guadalupe, Escazú y San Sebastián, otros centros educativos donde la Unidad abrió mesas de votación, para elegir a su candidato a la presidencia.