Por Álvaro Sánchez |18 de mayo de 2017, 9:04 AM

Un matrimonio vecino de Aguas Zarcas de San Carlos pasó, en cuestión de dos años, de vivir moderadamente a viajar en carros del año y comprar propiedades millonarias.

En su casa se encontraron casi 60 millones de colones y otra cantidad importante en euros que mantenía ocultos y que el OIJ de La Fortuna de San Carlos descubrió.

El matrimonio conformado por el hombre de apellidos Salas Salazar y la mujer de apellidos Castro Morales eran conocidos en la zona de Aguas Zarcas de San Carlos como pequeños exportadores de piña.

Sin embargo, hace poco menos de un mes se convirtieron en noticias pues el OIJ de La Fortuna en San Carlos les decomisó el más grande cargamento de cocaína que se ha visto en esa zona. Un total de 900 kilos que podrían tener un valor superior a los cuatro millones y medio de dólares.

Salazar salas es un egresado del Colegio Técnico Profesional de Pital de San Carlos, era un pequeño agricultor que en la región norte se dedicaba a la siembra de yuca y piña.

Junto a su padre y hermanos crearon en el 2012 una sociedad anónima con la finalidad de incursionar en la comercialización de productos agrícolas.

En las pesquisas policiales se determinó que la sociedad anónima fundada en el 2012 hizo una exportación de 'piña fresca' el 4 de octubre del 2016, la cual salió de Puerto Limón y cuyos destinos eran Bélgica y Luxemburgo, en Europa.

Otro elemento que forma parte de las investigaciones fue la creación que hizo Salazar, en enero de este año, de una segunda sociedad, la cual inscribió un mes después dos propiedades ubicadas en Aguas Zarcas de San Carlos.

En la misma había ganado fino, caballos y poco a poco debido a que la propiedad no ha pasado a manos del ICD han sacado la mayoría de las pertenencias.

En el Registro Nacional consta que durante el 2016 Salazar inscribió dos vehículos modelo 2017. El primero fue un Mitsubishi Montero Sport de color café valorado en ¢19,5 millones y un pickup Mitsubishi L200 de color blanco que tiene un valor de ¢16,9 millones.

En tanto, su esposa inscribió en marzo y junio del 2016 dos fincas que tienen un valor conjunto de ¢19 millones.

Actualmente los esposos se encuentran en prisión preventiva.