Por AFP Agencia |1 de febrero de 2017, 3:12 AM

El ministro de Justicia filipino dijo que los criminales no son humanos, en reacción a un informe de Amnistía Internacional que acusó a la policía de crímenes contra la humanidad por haber matado a miles de traficantes o consumidores de droga.

En el texto publicado el miércoles, Amnistía Internacional acusó a la policía filipina de haber matado u ordenado matar a presuntos delincuentes como parte de la guerra contra la droga del presidente Rodrigo Duterte y estimó que estos asesinatos pueden equipararse a crímenes contra la humanidad.

El ministro de Justicia defendió la política del gobierno negando  el estatuto de humanidad a los abatidos por la policía: "Los criminales, los cabecillas de la droga, los narcotraficantes no es la humanidad", dijo el ministro Vitaliano Aguirre.

"Dicho de otra manera, ¿cómo es posible que cuando la guerra va dirigida sólo contra los cabecillas de la droga, los toxicómanos, los traficantes, los consideren como (parte de) la humanidad? Yo no", declaró.

Amnistía acusa a los policías de una letanía de crímenes, como matar a personas indefensas, amañar pruebas, pagar a asesinos para eliminar a los toxicómanos o robar a las víctimas.

La oenegé añade que los mandos policiales pagan a los agentes para matar y afirma haber encontrado a víctimas muy jóvenes, algunas de ocho años.

Desde la investidura de Duterte en junio, la policía anunció haber matado a 2.555 personas y otras 4.000 murieron en circunstancias inexplicables, según cifras oficiales.

En el pasado Duterte hizo comentarios similares a los de su ministro de Justicia, pidiendo a los policías que mataran a los toxicómanos y a los narcotraficantes.

Este miércoles, la policía y la presidencia han publicado sendos comunicados en los que rechazan varios aspectos del informe de Amnistía.

La policía "siempre ha respetado y hecho respetar los derechos humanos", afirma.

El jefe de la policía nacional, Ronald Dela Rosa, niega que los oficiales reciban primas para matar a presuntos traficantes de droga. Declaró que sólo dos por ciento de los policías son corruptos.

Pero el presidente Duterte había dicho el lunes que la policía era "corrupta hasta la médula" y le ordenó cesar todas las actividades en relación con la lucha antidroga, en beneficio de un papel más destacado del ejército.