Por Álvaro Sánchez |29 de abril de 2016, 7:10 AM

Este viernes se quemaron casi por completo 94 años de historia y de lucha por los derechos de los negros, que ejerció el pastor jamaiquino Marcus Garvey.

El edificio declarado patrimonio histórico en el año 2000 y había sido remozado en el 2006.

El emblemático salón Black Star Line o “Liberty hall”, construido en 1922 en el centro de la ciudad de Limón, capital de la provincia homónima en el Caribe costarricense, guarda el recuerdo de las luchas impulsadas por el pastor jamaicano Marcus Mosiah Garvey, considerado "el profeta", quien a principios del siglo XX lideró la Asociación universal para el mejoramiento del negro, y proclamaba la creación de un país negro en África, la tierra de sus orígenes, donde pudieran regresar los miles de inmigrantes africanos exiliados en América. Para ello fundó la compañía de barcos de vapor Black Star Line.

Marcus Garvey visitó Limón en dos ocasiones, en 1910 donde conoció las condiciones de la población negra en las bananeras y en 1921 como presidente autoproclamado de África en el exilio. Hoy figura como uno de los héroes nacionales de Jamaica. 

El Black Star Line servía hasta el día de hoy como centro cultural y lugar de encuentro de la población de Limón.

El inmueble fue construido en el año 1922, en ese entonces funcionaba como centro de justicia social y económico. Hoy en día funciona como restaurante de comida caribeña -primer piso- y en la planta alta está el liberty hall (salón libertad) donde se celebran fiestas cívicas limonenses. 

En el 2006, se convirtió en uno de los ganadores del programa “salvemos nuestro patrimonio arquitectónico”, organizado por el centro de patrimonio, lo cual le permitió acceder a ¢50 millones para su restauración.

En una primera visita, los funcionarios del centro de patrimonio se encontraron con una serie de daños significativos como ataque de insectos y hongos en la madera (en estructura y acabados) y problemas de corrección en cubiertas metálicas. 

Además, la instalación eléctrica se encontraba en mal estado y tenía un deterioro general por la falta de mantenimiento y abandono.

Con los ¢50 millones que otorgó el premio se restauraron y cambiaron piezas completas de la estructura principal, como vigas, columnas y bases.

Además, se restauraron piezas estructurales en paredes y se cambiaron algunas láminas en las cubiertas. En la cubierta principal se construyó una precinta.

El centro de patrimonio también restauró y acondicionó las paredes externas y los servicios sanitarios del inmueble. Para finalizar, se pintaron las fachadas.


Más que una vieja casa de color verde en el centro de limón, es el edificio más importante para la mayoría de los limonenses y  conserva el recordatorio de la igualdad. Finalmente se convirtió en un club social, al igual que hicieron otros en la costa del Caribe.

Su estructura y acabados son hechos completamente de madera y zinc. El exterior y su escalera lateral es típica del estilo victoriano inglés, probablemente las piezas venían de Nueva York o Nueva Orleans y se adaptó al clima caribeño (victoriano caribeño), por esto su estructura está asentada sobre pilotes, que protegían a los visitantes de culebras y en las inundaciones evitar que se pudra la madera de la base. Así, también se protegen de culebras y se genera una bolsa de aire debajo del piso que se cuela por las fisuras del piso.

Los techos son altos para permitir una mejor ventilación junto con enrejados de madera en la parte superior de las puertas que son de influencia angloantillana. Este detalle mejora la circulación del aire y añade seguridad a los cuartos. 

También como estrategia pasiva de climatización utiliza aleros que protegen de la lluvia y crean una bolsa exterior de aire fresco que el viento impulsa hacia dentro del edificio.