Por Christian Montero |17 de mayo de 2024, 20:22 PM

El OIJ inspecciona otra vivienda en Heredia relacionada con la desaparición de la joven madre Nadia Peraza.

Fue a las 10:30 de la mañana que un importante grupo de investigadores, científicos y funcionarios judiciales llegaron a calle Corobicí en San Pablo de Heredia para inspeccionar una refrigeradora.

Dos horas después, el director del OIJ confirmó que dentro de ese electrodoméstico había restos humanos que serán analizados para determinar si se trata de Nadia Peraza.

Nadia, de 23 años y madre de una niña de tres, fue vista por última ocasión el 20 de febrero de este año.

Su desaparición se reportó hasta el 1 de marzo debido a que, según el OIJ, la pareja sentimental de la joven habría enviado mensajes desde el teléfono de Nadia a su familia para hacerles creer que estaba bien.

El sospechoso es un constructor y peluquero de origen nicaragüense, identificado como Jeremy Mauricio Buzano Paisano, de 26 años.

“Ya tenemos una investigación bastante robusta sobre esta persona, dentro de toda la investigación descartamos personas que no estuvieran involucradas, para llegar y hacer una acción en concreta como esta es porque ya tenemos todos los cabos sueltos”, dijo Randall Zúñiga, director del OIJ.

La sospecha de la policía es que Buzano Paisano habría acabado con la vida de Nadia en una vivienda ubicada en barrio Santísima Trinidad, conocido bajo Los Molinos, en San Rafael de Heredia.

Posteriormente, ocultó los restos de la ofendida en el refrigerador que trasladó hasta la casa en San Pablo, a donde el sospechoso llegó a vivir en abril.

Se estima que la refrigeradora con los restos humanos estuvo desde ese tiempo hasta este viernes.

“Este sujeto, producto del mismo ciclo de violencia que tenía sujeta a Nadia, empieza a manipular a la familia haciéndole creer que ella estaba bien y que estaba en otro lugar”, agregó Zúñiga.

El OIJ cuenta con un video en donde se aprecia a Buzano Paisano cuando sacaba la refrigeradora de la vivienda de bajo Los Molinos.

La casa donde estaba la refrigeradora y la vivienda en bajo Los Molinos fueron inspeccionadas por médicos forenses, especialistas en análisis de escenarios de criminales y la unidad canina, entre otros funcionarios judiciales.

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